UNA JOVEN DE 21 AÑOS FUE ASESINADA JUNTO A SU BEBE EN CAPITAN BERMUDEZ
13/8/11- El doble crimen de una mujer de 21 años y su hijito de un año y ocho meses llenó de espanto a esta localidad del cordón industrial de Rosario. Y tanto o más dolor causó la noticia de que por el hecho fue apresado un pibe de 20 años, empleado de una verdulería y sin antecedentes penales, con el cual la chica mantenía una relación sentimental. Según fuentes policiales, el joven admitió su responsabilidad por lo ocurrido y anoche permanecía detenido e incomunicado.
El drama se desató en el humilde departamento interno que Eliana Gauna alquilaba en Moreno 1058 del barrio Villa Casini. Allí, la joven vivía junto a su pequeño hijo, Ignacio Pedraza, fruto de una relación amorosa anterior. Hasta allí llegó la noche del jueves Matías F., el joven de 20 años que era su pareja.
Discusiones fatales. Todo indica que Eliana quería poner fin a la relación con Matías y que ambos discutieron fuertemente por eso. Tras ello el muchacho se fue de la casa pero decidió regresar entrada la madrugada. Entonces, dijo una fuente de la pesquisa, vio un mensaje de texto en el celular de Eliana que lo enfureció y desató una nueva discusión que fue subiendo de tono hasta pasar a los golpes.
En medio del violento conflicto, Matías cayó preso de un brote de furia, se apoderó de una cuchilla que había en la cocina y le aplicó a Eliana una profunda puñalada en el hemitórax izquierdo matándola en el acto. Los gritos de la joven ante el ataque despertaron al bebé que comenzó a llorar desesperadamente. Eso alteró aún más a Matías, que fue al dormitorio y fuera de sí lo golpeó contra la pared provocándole la muerte.
En el medio de ese macabro cuadro, el muchacho dejó que pasara el tiempo como queriendo volver a la realidad. Tras ello cerró con llave la puerta de la casa y se dirigió a su trabajo, en una verdulería cercana, como si fuera un día normal.
Macabro hallazgo. Eliana trabajaba desde octubre de 2010 en una heladería de la cadena Grido ubicada en avenida San Lorenzo al 1000, en Capitán Bermúdez, y ayer por la mañana tenía que ser la encargada de abrir el negocio. Como pasaba el tiempo y la joven no se presentaba en el local, una compañera fue hasta su casa a buscarla.
Al llegar a la casa, esa compañera se encontró con la puerta cerrada y golpeó insistentemente sin que nadie le contestara. Entonces consultó con algunos vecinos pero nadie la había visto en toda la mañana. Finalmente decidió ir hasta la casa del hermano de Eliana, quien la acompañó nuevamente al departamento y juntos abrieron la puerta. Entonces se toparon con el desgarrador cuadro.
Los gritos de dolor y espanto del hermano de Eliana y su compañera de trabajo retumbaron en toda la cuadra. En el piso de la cocina del pequeño departamento estaba tirada la joven, sobre un charco de sangre. En tanto, en la única pieza de la casa estaba el cuerpito de la criatura con un fuerte golpe en la cabeza, signos evidentes de haber sido golpeado en el cuerpo y con unas iniciales escritas en su mejilla izquierda.
Testimonios claros. La comisaría 2ª de Capitán Bermúdez recibió poco después el alerta de lo sucedido y comenzó con la investigación. Los pesquisas que llegaron a la casa pudieron constatar que no faltaba dinero ni otro objeto de valor por lo que descartaron la hipótesis del robo, y dada la violencia con la que ejecutaron los crímenes se inclinaron sobre la hipótesis de un hecho pasional.
El aporte de un testigo que vio salir de la casa de Eliana a Matías F. alrededor de las 7 de la mañana resultó de suma importancia para los investigadores, quienes fueron a buscarlo a la verdulería en la cual trabajaba. Allí lo encontraron cuando regresaba del mercado a bordo de una camioneta.
Poco después, con una orden de allanamiento, los pesquisas fueron a la casa de Matías y, ante la sorpresa y estupor de su madre, secuestraron ropas ensangrentadas que resultaron una evidencia muy pesada en su contra. En ese sentido, fuentes policiales dijeron que a la tarde el joven «se quebró y admitió su culpabilidad» en el doble crimen.
Casi al mismo tiempo que Matías se declaraba culpable, los cuerpos de Eliana y su hijo eran retirados por la mortera que los trasladó al Instituto Médico Regional frente a la impávida mirada de vecinos, familiares y amigos de la chica. Nadie podía ocultar su dolor y nadie le encontraba explicación a lo que pasó la madrugada de ayer.
La tristeza se reflejaba en el rostro de las compañeras de trabajo de Eliana en la heladería: «Yo sé que el era celoso y muy absorbente con ella, pero nunca supimos que fuera violento» dijo una compañera de la joven. En tanto, un hombre soltó: «Matías era un pibe buenísimo y trabajador. Lo conozco de chico, no sé como hizo esto. La madre debe estar destrozada».
Fuente: www.lacapital.com.ar