UN CAMIONERO DE MOQUEHUÁ HACE 20 AÑOS QUE VIVE EN SU CAMIÓN QUE QUEDÓ PARADO EN SALTA
La nota salió publicada por el diario El Tribuno el pasado 25 de abril y en ella dice que se llama Paulo Enrique Burlando y afirma que su sobrino es el abogado más mediático del país. Ésta es la historia de un camionero de Chivilcoy. Hace 20 años vive en su vehículo que se paró en el km 1.138 de Güemes.
28/4/13- Cumplirá 74 años el próximo 4 de mayo. Cumplirá como si nada. Como en sus últimos 20 años, viviendo en la cabina de un camión Fiat modelo 70. Paulo en los papeles, Pablito para la gente, ya es parte del paisaje de General Güemes. Un día, de hace como dos décadas, se detuvo para siempre en este norte el camión del andariego, oriundo de Moquehuá, partido de Chivilcoy. Desde entonces el tiempo sólo transcurre en las llagas del camión, sangrantes de herrumbre, bajo un inmenso árbol en el kilómetro 1.138 de la ruta 34.
¿Cómo se llama señor?
Paulo Enrique Burlando, con b.
¿Burlando como el abogado famoso?
Si. Yo soy el tío de Fernandito.
Ahí las preguntas revolucionaron el cuestionario. Y no es para menos teniendo en cuenta que Fernando Burlando es el abogado más mediático de la Argentina por intervenir en casos judiciales complejos y polémicos como el de Giselle Rímolo, Horacio Conzi, los horneros, Candela Rodríguez, y Carolina Píparo, entre otros. Hasta se lo vio por estos días reunido con Leo Fariña. Entonces parecía increíble que este camionero, detenido en la ruta y en el tiempo, fuera su tío.
¿Su sobrino Fernando Burlando sabe que usted vive acá?
Para nada. El no sabe que yo vivo en el camión. Si se entera va a venir a buscarme y me va a querer llevar. Es un pibe bárbaro Fernandito. Es buenísimo, si alguien necesita plata, mete la mano en el bolsillo y se la da. Es mundial. El que lo quiere con locura es Fidel Castro. El consulta todo con Fidel.
Pero había que volver sobre la idea inicial, sobre la historia de esta vida sobre ruedas que no transitan ningún camino hace un par de décadas. Y Paulo, sentado en la cabina, terminaba de masticar la tortilla de la merienda, y contó: “Ando medio golpeado porque me caí del camión y me rompí los huesos. Vivo así porque me gusta. Para no irme a donde tengo la casa, en Moquehuá, cerca de Chivilcoy, frente a la comisaría. Tengo hermanos y sobrinos. Ellos me llamaban pero ahora no tengo teléfono así que no hay forma de comunicarnos. Hasta que hablábamos me decían que vuelva, que ya no puedo conducir por la edad, que deje el camión y vaya a casa”.
Piensa y su mirada se hunde en el pasado. Abre cajones de la memoria y dice: “No sé si quiero volver a Moquehuá. Acá hice amigos a rolete. Soy soltero, no tengo mujer ni hijos. Las chicas me vienen a buscar para que las acompañe al baile. Si estoy cambiado y bañado, por ahí voy (risas). Mucha gente tiene curiosidad de saber porqué vivo en el camión. Yo les digo que me quedé donde se paró la máquina. No lo iba a dejar. Me quedé con él”.
Del día que empezó esta vida en el camión, Paulo no puede o no quiere dar precisiones. “Empecé a viajar desde el Norte a Comodoro Rivadavia. Llevaba troncos al sur. No había nada en el sur hace 20 años. Sólo nieve a rolete. Me quedé en Güemes una de las veces que vine a buscar mercadería para llevar. Hace como 20 años”.
¿Tiene nostalgias?
Estoy contento porque siempre hice lo que quise. Mi padre murió cuando yo volvía de Campo de Mayo porque me habían dado la baja después de 24 años. Ese día veía gente que salía a recibirme y me abrazaba y lloraba. Pensé que era por mi regreso, pero lloraban porque mi papá había muerto.
¿Cuándo cumple años?
Cumplo el 4 de mayo… ya pasó.
Estamos en abril, Paulo.
Es que no le hago caso al tiempo. El día de mi cumpleaños ni me entero. Nací en 1939, y ahora que me lo dice, cuando cumpla tendré 74. Y bue!
La vida según “Pablito”, el camionero
¿De qué vive Paulo?
Tengo dinero porque cuando fue la guerra de las Malvinas yo manejaba un camión que llevaba combustible y cobro una pensión por eso. Me sobra la plata porque casi no bebo, no fumo, me cocino y ese es mi gasto. Me han robado dinero del camión, así que plata que agarro la llevo al banco.
De sus días en el camión, cuenta: “me visto bien, me vienen a buscar y me llevan a comer por ahí los amigos. Al baño voy acá al frente, a la casa de esta gente que hace empanadillas. Somos como familia, son muy buenos. A la ropa la lavo yo, al lado del camión”.
Recuerda cada tanto a su papá. “Mi padre era italiano, Burlando de apellido. El tenía colmenas en Moquehuá y hasta ahora nadie lo ha igualado. Era un gran apicultor. Mis hermanos intentaron seguir pero les fue mal porque fumigaban los girasoles en la zona y se morían las abejas”.
Dice no estar informado de lo que pasa en el país. “No me entero de las noticias. Tampoco escucho radio. Me resultan cortos los días. Tengo que arreglar el camión, pero hay días en que no me siento bien. Eso sí, voy al hospital y me atienden como a un rey. Ya me operaron dos veces de la hernia y del ojo que no veo bien”.
¿Se peleó con su familia?
No. Habremos discutido por fútbol o por una carrera de autos. Soy fanático de Gálvez y de San lorenzo.
De San Lorenzo como el Papa Francisco. ¿Usted sabe que hay un nuevo papa que es argentino?
No sabía. A lo mejor me enteré pero no le di importancia. Mirá vos!
¿Cuándo votó en una elección por última vez?
Por Perón. Nunca más voté porque no se me da la gana y jamás me molestaron. Y tengo el documento acá. Harán votar a otro por mí (risas). A mí me contrataron para ser chofer cuando fue presidente Alfonsín.
¿Y qué espera de la vida?
Lo que Dios disponga. Si mi familia me viene a buscar, me voy. Pero no van a venir.
eso es ser libre y humilde, eso es vivir la vida como uno quiere, lastima que los familiares no se acuerden de el, pero quien te quita lo bailado, amigo, esperemos ahora que tus familiares se acuerden de vos.