RICARDO ALFONSIN GANO LAS INTERNAS RADICALES EN LA PROVINCIA
7/5/10- Ricardo Alfonsín se impuso ayer en la interna de la UCR bonaerense y quedó un paso más adelante en la pelea presidencial de 2011.
«Vamos a convocar a todos, a consolidar el proceso de recuperación y a llevar al radicalismo al gobierno en 2011», anunció eufórico Alfonsín al evaluar el resultado de los comicios de ayer, en los que se eligieron las autoridades de la UCR provincial y distrital y los delegados bonaerenses al comité nacional. Sólo votó el 15% del padrón (unos 120.000 afiliados).
Alfonsín, del sector Radicales para el Cambio, tuvo un fuerte apoyo del grupo que en el nivel nacional lidera el jefe de bloque de senadores de la UCR, Gerardo Morales. Sus adversarios fueron Federico Storani y Leopoldo Moreau, discípulos dilectos de su padre, que no perdían una interna en la provincia de Buenos Aires desde 1983 y que habían recibido el implícito apoyo del vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, hasta ayer el principal postulante radical a la presidencia, lo que le dio a la contienda un tono nacional.
Cerca de la medianoche, los datos extraoficiales arrojaban, sobre un 80% de mesas escrutadas, un 58% de votos para la lista de Alfonsín y un 42% para Eduardo Santín, referente de Moreau y Storani.
«Había una demanda mayoritaria de cambio que muchos no vieron venir», analizó Alfonsín, en diálogo con LA NACION, tras la conferencia de prensa en la que anunció su victoria. Uno de los primeros en felicitarlo fue Cobos. Más tarde, Alfonsín recibió el saludo de las diputadas Margarita Stolbizer y Elisa Carrió, y del gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner.
En la UCR ayer interpretaban la victoria de Alfonsín como un espaldarazo a sus ambiciones presidenciales y un traspié para Cobos, aunque ayer, con los resultados en la mano, los dos procuraban restarle implicancias electorales.
«Antes de que me lo pregunten: No estaba en juego la disputa por las candidaturas», se atajó Alfonsín, escoltado por Miguel Bazze, su amigo y flamante presidente electo del comité provincia.
«No debe ser leído como el triunfo de un sector sobre otro, sino como una ponderación de los valores democráticos por los que lucharon Alem, Yrigoyen y Alfonsín», señaló Cobos en un comunicado.
Alfonsín y Cobos coincidieron, además, en un llamado de unidad de todo el partido y elogiaron que la elección se hizo sin irregularidades ni denuncias, a pesar de las múltiples advertencias que Alfonsín había hecho en las últimas semanas.
Sin embargo, cerca del vicepresidente no lo tomaron tan bien, a pesar de que pudieron imponerse en los municipios que gobiernan.
El intendente de Junín y cobista, Mario Meoni, dijo a LA NACION que «el Gobierno quería esta victoria, para decir que con Alfonsín vuelve el plan Austral», y cerca de él consideraron que el avance de Alfonsín obligará a Cobos a ponerse en campaña antes de lo pensado.
«¡Es un alfonsinazo!», festejaban en el primer piso del hotel Castelar, adonde desde las 17 fueron llegando Alfonsín y sus aliados.
En el resultado final fue decisivo el voto masivo del interior de la provincia, que ya se preveía apoyaría a Alfonsín, pero la mayor sorpresa fue su triunfo en varios lugares del conurbano, bastión histórico de Moreau y Storani.
«Ganamos en Lanús, Lomas, Morón, La Plata, San Miguel, Esteban Echeverría, San Fernando…», anunció Alfonsín, asombrado. Como contrapartida, la lista de Santín no logró sacar la diferencia que esperaba en San Martín, Tres de Febrero y San Isidro, donde Moreau fue aliado al intendente local, Gustavo Posse.
«Hubo un fuerte voto espontáneo de mayores de 50 años que no militaron desde el 83, pero volvieron por el apellido Alfonsín», admitieron desde el sector derrotado. A las 19, el búnker que habían instalado en las fundación que conduce Moreau, en Callao 58, todavía estaba desierto.