Pedido de Difusión
3/1/17- Leyendo la nota de diario De Hoy, emanada del Comité Alem, la cual se titula NI DESAPARECIDOS NI LICUADOS, MAS FUERTES QUE NUNCA, yo la titularía NI DESAPARECIDOS NI LICUADOS, MAS DESORIENTADOS QUE NUNCA. Estos dirigentes neo Radicales o Radicales amarillos escudándose en la convención de Gualegüaychú pretenden justificar una alianza a toda vista con la más rancia derecha que ha gobernado el país durante muchos años apelando al fraude antes de la ley Saenz Peña, luego haciendo valer su poderío económico y mediático y ahora por primera vez, mediante el voto popular.
Se ha olvidado esta nueva dirigencia radical que Don Hipólito Irigoyen fue llevado al lugar de asunción por el propio pueblo que había decidido reemplazar a los caballos de su carruaje presidencial y ocupar ellos mismo ese lugar. Era ya un Presidente POPULAR, muy por el contrario el actual presidente se quejaba, al momento de la asunción, que la gente no había asistido por motivos climáticos.
Otra cosa que se han olvidado, como cuenta el Prof. Roque Cattaneo, en su libro Historia de un país llamado Argentina, es que el entonces presidente Irigoyen al asumir formo su gabinete con personas de clase media sin vinculaciones con las corporaciones extranjeras, según Sabsay, cuenta el libro de Roque: “los nombrados no eran tan elegantes al vestir como sus antecesores, no conocían bien el idioma nacional ni conocían Europa”. El embajador inglés protestó ante el nuevo presidente recordándole que era una tradición de los gobernantes argentinos consultar a Londres antes de elegir a los ministros.”
Que inmensa diferencia con nuestra actual coalición gobernante, de la cual es participe secundario la centenaria UCR. Ahora contrariamente a lo que hacía y pensaba uno de sus fundadores a los ministros los ponen las corporaciones, nunca lo sabremos, pero pienso yo previa consulta a la embajada de los E.E.U.U.
Por aquel entonces un medio muy influyente publicaba: “Somos, queremos ser una sociedad orgánica, tradicional y definitivamente conservadora de sus conquistas institucionales económicas y sociales. He ahí la sociedad entonces que gobernará el Partido Radical desde el 12 de octubre. He ahí el gran programa conservador que le impone la República, bajo apercibimiento solemne de que no observarlo fracasará y será batido y desalojado del poder.”
Más cercano en el tiempo y ya situados en el gobierno del ex presidente Raúl Ricardo Alfonsín decía Don Raúl: “Yo les pido que vean al Clarín, que se especializa en titular de manera definida, como si realmente quisiera hacerles caer la fe y la esperanza al pueblo argentino. Sabemos que es un acérrimo opositor y no nos interesa”. Resulta que ahora ese medio entre otros son quienes como se dice vulgarmente aguanta los trapos a la alianza PRO – UCR. Los mismos grupos mediáticos que desestabilizaban al gobierno radical de Don Raúl son los beneficiados con la derogación de la ley de medios y doblemente beneficiados con las últimas mediadas de Macri autorizándolos a prestar un servicio que tenía vedado.
Estos neo Radicales se olvidan que el límite de Alfonsín era Macri, no por su persona sino por los intereses que este defiende y terminan aliados a quien mejor representa a las corporaciones a los grupos mediáticos a los sectores agro exportadores, obviamente en detrimento de las clases populares, trabajadores y de los que más necesitan.
Estos intereses no eran los que defendía la UCR, por eso mismo fue catalogado al igual que el gobierno del Presidente Perón como partido nacional y popular, por los intereses que defendían, por las políticas públicas que implementaban y por sobre todas las cosas por defender siempre al pueblo argentino, con virtudes y con defectos pero siempre pensando en el bien común y nunca en el beneficio de los grupos económicos concentrados, de los medios hegemónicos, de los grandes terratenientes o de la patria financiera que sólo piensan en sus ganancias dejando, cuando ellos creen que estas no están a la altura de lo pretenden a miles de familias desocupadas a los trabajadores precarizados y al pueblo todo sin esperanzas.
Por todo lo descrito y con el objeto de no ser tan extenso yo titularía NI DESAPARECIDOS NI LICUADOS, MAS DESORIENTADOS QUE NUNCA.