NOTAS DE REPUDIO
Repudiamos el golpe de Estado en Bolivia. Partido Justicialista de Chacabuco.
11/11/19- Es un imperativo de nuestra hora expresar nuestra solidaridad con nuestro pueblo hermano de Bolivia frente al golpe de Estado y el quiebre constitucional que están sufriendo frente a las élites escondidas frente a grupos policiales con la complicidad del ejército.
No puede entenderse el golpe de Estado, sino en un contexto regional en donde el neoliberalismo ha abandonado los mecanismos democráticos para la consecución de sus fines económicos.
La escalada de violencia del gobierno de Piñeira en Chile con violaciones, muertos y heridos, el encarcelamiento de Lula da Silva por un juez que después es convocado por Bolsonaro como ministro de justicia, la persecución política al ex presidente de Ecuador o a la ex presidenta de nuestro país, y el actual golpe de Estado se dan con un denominador común: la búsqueda de la instalación de un régimen neoliberal que ponga a toda la región al servicio de la especulación financiera a costa del sometimiento de todo el pueblo Latinoamericano.
Repudiamos el golpe de Estado en el Estado Plurinacional de Bolivia, repudiamos la violencia que vive el pueblo chileno y repudiamos la persecución a los líderes populares de América Latina, pero sobre todo, repudiamos el atropello hacia la democracia y el orden constitucional.
Unidad Ciudadana repudia el golpe de Estado en Bolivia
Unidad Ciudadana Chacabuco repudia el golpe de Estado en Bolivia,consumado por las FFAA y los dirigentes opositores Fernando Camacho y Carlos Mesa.
Asimismo acompañamos a Evo Morales Ayma y a Álvaro García Linera que han renunciado a la presidencia y vicepresidencia respectivamente para preservar la paz y la vida del pueblo boliviano, ante un contexto creciente de violencia como así también de persecución a dirigentes sindicales y políticos impulsada por la derecha neoliberal.
Instamos a que se restituya la democracia en nuestro vecino país y exigimos al gobierno argentino, a través de Cancillería, a los organismos internacionales como así también a todo el arco político de la región a trabajar para que Bolivia recupere a la brevedad el orden constitucional y la plena democracia.
Lo de Bolivia se llama golpe de estado. Julieta Garello. Fuerza Peronista
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales sufrió en las últimas horas un golpe de estado que lo llevó a la renuncia a su cargo. El intento golpista y desestabilizador ya había ocurrido en otras ocasiones en ese país así como en otros de América Latina, en donde los dirigentes que no forman parte del grupo de obediencia de los países centrales y los grupos concentrados de poder económico, son hostigados hasta su derrota. Evo fue víctima de ataques mediáticos, persecución judicial y falsas acusaciones de corrupción, una operación básica que se viene suscitando en los últimos años, conocida como “golpe blando”. Nada de eso pudo interrumpir el proceso democrático y transformador que encabeza en Bolivia, por lo que se llegó a reciclar el viejo modelo de los golpes de estado en la región. Fuerzas policiales, militares, civiles violentos apoyados por grupos poderosos llevaron a la renuncia a un dirigente que decidió no derramar sangre civil en las calles de su país. Las fuerzas antidemocráticas que lo enfrentan y no pudieron vencerlo en las urnas estuvieron a cargo de rebeliones armadas, secuestros, amenazas y torturas a ciudadanos bolivianos, así como también funcionarios y ministros .Al equipo de seguridad del presidente le ofrecieron 50 mil dólares para entregarlo y que lo capturen y posteriorme saquearon su hogar. La propia hermana de Evo Morales sufrió el incendio de su vivienda en este feroz hostigamiento.
Tal y como afirmó nuestra compañera y vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, “lo de Bolivia se llama Golpe de Estado”. La coyuntura latinoamericana nos hace estar en alerta, sabiendo y conociendo la metodología de quienes, en nombre de la democracia y el republicanismo, llevan adelante procesos golpistas que nada tiene que ver con la voluntad popular, sino con la defensa de intereses para unos pocos. De cara al futuro también resulta fundamental desenmascarar y desestructurar a distintos organismos internacionales como la OEA, que sólo son patas orgánicas de los países centrales y los grupos hegemónicos para legitimar y garantizar invasiones, saqueos, golpes de estado, torturas, secuestros y asesinatos. La derecha ha posado nuevamente los ojos sobre nuestro continente y está dispuesta a romper el orden institucional de cualquier forma con tal de mantener sus intereses intactos. Defendamos la democracia y garanticemos a los pueblos la libertad de elegir a sus representantes. La falta de repudio de sectores que aún son oficialistas en nuestro país dan muestras claras de qué lado se posicionan frente a este atropello escandaloso y atroz. Vivan los gobiernos populares que mejoran día a día la vida de sus ciudadanos y fuera los procesos conservadores que sólo traen hambre y muerte.
El Partido Obrero repudia el golpe de estado en Bolivia
Con la renuncia de Evo Morales -a pedido de las FFAA, el alto mando policial y toda la oposición política boliviana- se consuma un golpe de Estado en Bolivia. La asonada golpista, de rasgos fascistizantes, tuvo un salto con la deslegitimación, por parte de la OEA, del proceso electoral que tuvo lugar el 20 de octubre pasado. El intento de otorgarle un barniz democrático al golpe no soporte el menor análisis, porque el golpe se consuma luego de que Evo Morales obtuviera el primer lugar en las recientes elecciones y de que accediera, luego, al reclamo amañado de que se realicen nuevas elecciones.
La ofensiva golpista cuenta con el apoyo de los gobiernos latinoamericanos que integran el Grupo de Lima y el imperialismo yanqui. Pretenden, de esta manera, asestarle un revés a las movilizaciones y rebeliones que protagonizan los pueblos latinoamericanos contra los planes de austeridad de los distintos gobiernos. En definitiva, la asonada golpista en Bolivia se inscribe como parte de una estrategia contrarrevolucionaria de las burguesías latinoamericanas y el imperialismo.
La renuncia de Evo Morales para “evitar la violencia” representa una capitulación política que sólo traerá más ataques y represiones contra las masas. Esta capitulación, había sido precedida por una política de contemporización con la OEA y la derecha, la que sólo terminó de darle aire y tiempo a la ofensiva golpista. Evo prefirió renunciar en vez de apelar a la movilización de las masas obreras y campesinas, porque eso amenazaba los intereses capitalista para los cuales el propio Evo gobernó a lo largo de sus sucesivos mandatos.
La derrota del golpe es una tarea que ha quedado enteramente reservada a la acción de los obreros y campesinos bolivianos. Llamamos a todos los pueblos de América Latina a movilizarse para derrotar el golpe en Bolivia y por el triunfo de las rebeliones populares en Chile, Ecuador y en todo el continente.
El Partido Obrero en el Frente de Izquierda-Unidad realizará un acto en las puertas de la embajada de Bolivia.