MOYANO LLENÓ PLAZA DE MAYO Y RENOVÓ EL RECLAMO POR GANANCIAS Y PIDIÓ MÁS DIÁLOGO
27/6/12- El jefe de la CGT pidió acabar «con la soberbia» del Gobierno. Formuló fuertes críticas a Cristina, en particular por el papel que jugaron los Kirchner durante la dictadura. Pero su discurso tuvo un tono más conciliador que el de las últimas semanas y numerosos llamados a la unidad.
“El más grande dirigente que defiende los intereses de los trabajadores”, lo presentó el locutor oficial a las 15.11. Atrás había quedado la tensa espera en el palco mientras Cristina Kirchner daba sus últimas palabras en San Luis. El líder de la CGT Hugo Moyano reclamó hoy en la Plaza de Mayo por el impuesto a las ganancias y la falta de respuestas del Gobierno a otros reclamos históricos del sindicalismo. En su mensaje, repleto de alusiones a Perón y Evita, Moyano cuestionó el enriquecimiento de los Kirchner. “Hubo dos clases de exilio, algunos se fueron del país y otros se exiliaron al sur a lucrar con la 1050”, lanzó. No fue la única chicana. Pero al final, Moyano dejó una imagen más conciliadora que en las últimas semanas.
El líder del Camioneros empezó su discurso cuestionando la ofensiva del Gobierno para intentar desprestigiar el paro de hoy, al que se plegaron otros gremios. «Hemos escuchado tantos disparates, atacando las organizaciones gremiales y lo han hecho con funcionarios que dicen que son peronistas», arrancó. Y agregó: «Fueron las organizaciones sindicales quieres pelearon por la democracia durante la dictadura y muchos de estos (funcionarios) estaban debajo de la cama».
En varios tramos de su discurso, el titular de la CGT le habló a la Presidenta. Cuando la mencionó, se escucharon silbidos de fondo. «No tengo vocación de vigilante», le respondió. Instantes después se mostraba algo conciliador: «Estamos viviendo una situación que no es tan grave desde el punto de vista económico». No obstante, advirtió que «se avecinan problemas» en el país. No especificó cuáles.
Moyano se quejó de la falta de diálogo y la «soberbia» del Gobierno. «No nos gusta la forma de imposición que tienen, nos molesta que quieran hacer todo sin consultar con nadie», advirtió desde el palco que se armó de espaldas a la Casa Rosada.
También cuestionó los intentos oficiales por intentar digitar las elecciones internas en la CGT y colocar en su lugar al metalúrgico Antonio Caló. «Nos venimos a competir con nadie. Cristina no se va a ir hasta que termine el mandato y yo voy a seguir en la CGT porque voy a renovar el mandato», lanzó.
Moyano citó varias veces a Perón y a otros referentes del peronismo. Cerca de las 14, cuando llegó a la Plaza, ya daba indicios de lo que sería su discurso: «Más peronista que yo, Perón, le digo a la Presidenta», comentó sonriente frente a los movileros.
El líder de la CGT pidió que el Gobierno concrete los anuncios recientes sobre créditos a la vivienda y se animó a proponer que se nacionalice el Banco Hipotecario “para que los trabajadores puedan tener créditos para sus viviendas”.
El reclamo central de su discurso fue el impuesto a las ganancias. Así intentó sumar a otros sectores sociales, como la clase media. Moyano apeló a un empleado, Chazaretta Humberto Aníbal, para marcar la “injusticia” del gravamen. También dijo que “se discrimina cruelmente a los hijos de los trabajadores” con las asignaciones familiares. Y pidió que el Gobierno “no se quede” con los fondos de las obras sociales. “No se pueden entender las amenazas que reciben algunos dirigentes, los presionan para que se alejen del Negro Moyano, muchos de ellos no vinieron por ese motivo”, se quejó. Así concluyó el acto político más importante desde las elecciones de octubre del año pasado.
La movilización a la Plaza de Mayo de los gremios que adhirieron al paro fue masiva. La avenida 9 de julio quedó totalmente bloqueada desde temprano en ambas manos -desde San Juan hasta la avenida Corrientes- por la cantidad de micros estacionados, lo que demoró el ingreso de algunas columnas desde la zona sur.
Con el paro de todas las ramas de Camioneros desde la medianoche, los primeros manifestantes en llegar a Plaza de Mayo fueron choferes de la ciudad bonaerense de Olavarría. Enseguida se sumaron compañeros de Lanús y una delegación de Santa Fe. Antes de las 10, ya se veían en el centro porteño importantes concentraciones de militantes de Camioneros y otros gremios. A media mañana, las principales columnas comenzaron a marchar por Diagonal Sur, Diagonal Norte y Avenida de Mayo, lo que congestionó la zona del Microcentro y del Bajo porteño.
Tal como anticipó ayer la presidenta, la Policía se limitó a custodiar la Casa Rosada. Igualmente no hubo incidentes, solo algunos forcejeos en los alrededores del palco.
A la convocatoria se sumaron los gremios alineados con Moyano dentro de la CGT, el sindicalismo barrionuevista, dirigentes de partidos políticos de la oposición y organizaciones sociales, pero no los denominados «gordos» e independientes de la CGT ni la CTA oficialista; la CTA de Pablo Micheli, en tanto, adhirió al paro pero no fue a la Plaza.
Formalmente, la medida de fuerza se hizo para reclamar por el aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y la universalización de las asignaciones familiares y la ayuda escolar, entre otras demandas. Pero tiene un claro trasfondo político en el marco del enfrentamiento que protagonizan hoy Moyano y el Gobierno.
En la Ciudad, el transporte público de pasajeros funcionó con normalidad, mas allá de la adhesión de la Federación Nacional de Conductores de Taxis, aunque la medida de fuerza afecta a la recolección de residuos.
Fuente: clarin.com.ar