EL PATO, SIN DUDA EL DEPORTE NACIONAL
LA HISTORIA DEL PATO.
MANIFESTACIÓN DE RECHAZO.
21/4/10- Ante los hechos de orden público que se están manifestando en medios gráficos y televisivos, la Federación Argentina de Pato manifiesta su descontento con la posibilidad que sea declarado al fútbol, deporte nacional.
Una circular que ha llegado a nuestro conocimiento, con título “El Corazón Manda”, convoca explícitamente a convertir al fútbol en el deporte nacional, su objetivo: juntar un millón de firmas para que llegue a instancia de Proyecto de Ley.
Como Institución madre, nuestro deber es administrar, fomentar y difundir el juego de “El Pato”, el cuál ha trascendido por ser una práctica de raíces puramente Argentinas. Fue así como en el año 1953, en mérito a sus tradiciones y arraigo se lo declaró «Deporte Nacional» (Decreto Nº 17.468, del 16 de septiembre de 1953, firmado por el Presidente de la Nación, Gral. Juan Domingo Perón).
Como tal, creemos que la iniciativa, implica una falta de respecto a las tradiciones y méritos de un Deporte que sigue más vivo que nunca. Los 35 Campos de Pato en todo el país que conforman esta Federación avalan sin lugar a dudas este deporte que tanto aman.
Esta Institución tomará todas las medidas necesarias a los fines de diluir cualquier intento que amenace los intereses sociales, culturales y simbólicos, del verdadero Deporte Nacional: El Pato.
LA HISTORIA DEL PATO
Profundizar en la historia del Pato, es conocer el mérito por el que su denominación “Deporte Nacional” ha trascendido sus orígenes y ha completado toda una historia de tradiciones y cultura de nuestro pueblo.
El Pato: deporte viril, para gente de “a caballo”, audaz y valiente, se practica en Argentina desde principios del siglo XVII, tal como lo muestra una crónica de Félix de Azara en la que relata una «corrida» realizada en Buenos Aires en el año1610 (30 años después de la Segunda Fundación de Buenos Aires, por Juan de Garay) con motivo de las fiestas de beatificación de San Ignacio de Loyola. Dice el naturista: «se juntan para esto dos cuadrillas de hombres de a caballo y se señalan dos sitios apartados como de una legua (cinco kilómetros aproximadamente). Luego cosen un cuero en el que se ha introducido un pato vivo que deja la cabeza afuera, teniendo el referido cuero dos o mas asas o manijas, de las que se toman los dos mis fuertes de cada cuadrilla en la mitad de la distancia de los puntos asignados y metiendo espuelas tiran fuertemente hasta que el mas poderoso se lleva el pato, cayendo su rival al suelo si no lo abandona. El vencedor echa a correr y los del bando contrario lo siguen y lo rodean hasta tomarlo de alguna de las manijas, tiran del mismo modo, quedando al fin vencedora la cuadrilla que llego con el pato al punto señalado».
Este registro indica el origen de una practica, luego convertida en deporte, que data de hace 400 años, el lugar geográfico que se describe en este relato es la actual Plaza de Mayo.
Ni los españoles introdujeron este bravío deporte, ni lo hallaron practicado entre los indígenas. Lo primero es evidente, pues era un deporte desconocido entonces, y aun ahora, en España, y no pudo provenir de los naturales, pues éstos no conocieron el caballo, el que fue importado por los españoles en la primera mitad del siglo XVI. Parecería que se trata de un juego criollo, elaborado y planeado por los conquistadores mismos, o por sus inmediatos descendientes.
Con el transcurso de los años, «El Pato», fue practicado y también prohibido por las autoridades religiosas y civiles por el alto nivel de peligrosidad y las consecuencias fatales que traía aparejado el hecho de querer llegar a cualquier precio con el pato al punto señalado.
Pero sin duda «El Pato» fue el entretenimiento más popular practicado al aire libre en la República Argentina.
Alberto Castillo Posse, reglamentó el deporte (se utilizó una pelota de cuero con cuatro manijas), cuya obra culminó oficialmente cuando e1 31 de marzo de 1938 tras los ensayos producidos se solicito al ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Don Roberto Noble, que se derogara el articulo Nº l043 del reglamento de Policía de la Provincia de Buenos Aires (de 1889), que prohibía la practica del juego.
El entonces gobernador, Manuel Fresco accedió a ello y lo concreto mediante un decreto del 28 de abril de 1938 y dice entre sus considerándoos: «En la actualidad los deportes están sujetos a las disciplinas que imponen sus reglamentaciones y dicho juego, en la forma en que se practica en la actualidad, es un deporte sano y vigoroso”.
En el año 1941 se crea la Federación Argentina de Pato (FAP). Asociación integrada por los campos en que se practica este deporte y tiene por finalidad fomentar, dirigir, y difundir el juego de «El Pato», organizar los torneos y velar por la aplicación de los reglamentos, a la vez que orientar y promover la crianza del tipo de caballo mas apto para este propósito.
En el año 1953, en mérito a sus tradiciones y arraigo, se lo declaró «Deporte Nacional» (Decreto Nº 17.468, del 16 de septiembre de 1953, firmado por el Presidente de la Nación, Gral. Juan Domingo Perón). Y a fines del siglo pasado se nombra a General Las Heras «Capital del Pato», el deporte más criollo de todos los tiempos.
Recio y veloz, este juego que exige a quienes lo practican un alto grado de cultura deportiva y el cumplimiento estricto de sus reglas, se desarrolla entre equipos compuestos por cuatro jugadores cada uno que, mediante pases y combinaciones con las que eluden la acción de sus adversarios, tratan de introducir «El Pato» a través de un aro de un metro de diámetro ubicado, perpendicularmente sobre un poste de 2,40 metros de altura, enclavado en el centro de cada una de las dos cabeceras de la cancha, que mide entre 180 y 220 metros de largo por entre 80 y 90 metros de ancho.
«El Pato» consiste en una pelota de cuero con cámara de goma circundada por tres lonjas de cuero crudo cruzadas transversalmente, en cada una de las cuales van cosidas dos manijas o asas colocadas simétricamente. Es obligatorio que el jugador que tiene «El Pato» lo ofrezca a los adversarios con el brazo derecho extendido perpendicularmente a su cuerpo.
Mucha más información pueden obtenerla de nuestra Página Oficial:
www.pato.org.ar
Allí encontrarán el reglamento, fotos, calendario, noticias, circulares y mucha más información.
Para contactarse por cualquier duda:
administración@pato.org.ar
El Pato sigue más vivo que nunca en cada rincón del país, conocer su historia y el arraigo cultural, equivale a conocer nuestras tradiciones, las de Nuestra Nación.
El Pato, sin duda el Deporte Nacional
MANIFESTACIÓN DE RECHAZO
Nuevamente desde la Federación Argentina de Pato, manifestamos el rechazo por la iniciativa promulgada por la firma Topper, en proyecto de reunir un millón de firmas y conferir un Proyecto de Ley al Congreso Nacional para declarar al football deporte nacional. Esta Institución utilizará todos los medios que estén a su alcance para impedir que tal misión sea concretada.
Durante la jornada del viernes se proyectaron los anuncios en medios de prensa masivos, además reconocidos personajes de la televisión participaron de la convocatoria y la denominación “Deporte Nacional” estuvo todo el tiempo presente en la tarea allí formulada. El objetivo es claro: desplazar a nuestro amado deporte a las filas de la NO representatividad del ser Argentino.
Sin embargo, por nuestros canales de comunicación se han manifestado cientos de voces en contra de esta campaña que no han trascendido por los grandes medios de prensa, los cuales han hecho la vista gorda ante este tema. Nuevamente enviaremos esta circular a todos ellos, y esperamos abrir un debate donde todas las voces puedan oírse, donde podamos expresarnos y dar a conocer a todos los habitantes de este país la belleza innata de este deporte que tanto emociona.
Esta Institución esta tomando todas las medidas necesarias para frenar la iniciativa, a los fines de difundir, la comunicación es una de las medidas iniciadas.
Nuevamente llamamos a la reflexión y al debate. Estamos a disposición de ello.
Como lema para esta lucha iniciamos la campaña:
¡VIVA LA PATRIA, VIVA EL PATO!