EL FRENTE RENOVADOR DE CHACABUCO VIVÍO UN DÍA SOÑADO
La jornada fue épica. El contingente partió desde el local partidario de calle San Lorenzo 64 a las 11 horas bajo una gran lluvia que se sumaba a la imponente tormenta que azotó la ciudad horas antes, pero fueron con la convicción de tener que estar y acompañar a Massa en “la patriada”.
Los militantes de nuestra ciudad fueron unos de los primeros en ingresar al estadio a las 15 y 30 horas, y bajo un intermitente lluvia vivieron lo que Moro calificó como “un día histórico”, llenaron el estadio con 60 mil personas y quedaron más de 20 mil sin poder entrar.
A las 20 horas, luego de unos espectáculos musicales salió Sergio Massa y el estadio explotó en un emocionante “Se siente, se siente, Massa Presidente”, y el tigrense dió a conocer lineamientos muy claros, como:
· «Les quiero contar un secreto a más de 60 mil almas que hoy nos acompañan para que lo compartamos con cada argentino, de Ushuaia a La Quiaca: voy a ser presidente de la Nación», dijo el tigrense al comenzar su discurso. Y la gente coreó: “Se siente, se siente, Sergio Presidente”.
· “Voy a ser presidente porque me da asco la corrupción”, bramó el candidato. “Los voy a meter presos, yo no les tengo miedo. Me rebela tanta injusticia, tanta pobreza”, siguió Massa.
· Durante su discurso, el tigrense apuntó duramente contra Macri y Scioli, además de tratar de “ñoquis” a los militantes de La Cámpora.
· Al jefe de gobierno porteño lo identificó con “el pasado y el ajuste” y sostuvo que en su proyecto “no hay acuerdos de gobernabilidad, sino un rejunte de dirigentes”. Al gobernador bonaerense lo calificó de “lorito servil que repite todo lo que dicen desde La Rosada”.
· «Nos quieren vender que la Argentina está dividida en dos veredas” pero «hay una grieta en el medio, esa ancha avenida, más ancha que la 9 de Julio que está abierta a recibir a todos aquellos que no quieran discutir más el pasado y que tengan ganas de construir el futuro», propuso el diputado nacional.
Fue épico, fue de película, y es el primer capítulo de una historia con final feliz que tendrá como cierre a Sergio Massa asumiendo el 10 de diciembre como presidente de los argentinos.
