EL 3 DE JUNIO DE 1922 SE CREO YACIMIENTOS PETROLIFEROS FISCALES
2/6/11- Hipólito Yrigoyen estaba cerca de finalizar su mandato, y los problemas en la explotación del petróleo estatal habían provocado una crisis política que convulsionaba a su gobierno y habían tomado estado público. Como respuesta, el 3 de junio de 1922 creó por decreto la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) que había imaginado en un proyecto de ley enviado al Congreso casi cuatro años atrás.
La creación de YPF ha estado rodeada de visiones polémicas desde el comienzo. Para los nacionalistas es un hito fundamental en la construcción de la industria petrolera estatal, que enaltece la gestión de Yrigoyen. Otros, sin embargo, tienen una visión más crítica, y creen que fue la respuesta política de Yrigoyen a la profunda crisis administrativa que sufrió la explotación estatal y a las denuncias de corrupción que se ventilaban en los diarios y en el Congreso.
En octubre de 1922, Yrigoyen finalizó su mandato presidencial y años después, YPF, se convertiría en una de sus principales banderas políticas. La legislación petrolera seguía siendo prácticamente la misma de seis años atrás: el viejo Código de Minería, al que se habían agregado las reservas que permitía la explotación estatal.
La industria petrolera argentina había pasado a ocupar un lugar de importancia en la economía nacional, con una producción de 2.100.000 barriles, 540.000 de los cuales provenían de empresas privadas. La producción petrolera local había crecido para llegar a abastecer al 12% del consumo energético total del país (sumando petróleo, leña y carbón), reduciendo las importaciones de combustibles. Aguas abajo existían 16 refinerías, incluyendo las estatales ubicadas en los yacimientos de Comodoro y Huincul. La más importante era la refinería de la Compañía Nacional de Petróleo, con una capacidad de procesamiento de 4.000 toneladas mensuales de petróleo, seguida por la Itaca (2.000 toneladas), y otras pequeñas refinerías ubicadas en las afueras de la ciudad de Buenos Aires.
En un clima de creciente entusiasmo por el potencial petrolero de la Argentina, la elección de Marcelo Torcuato de Alvear como presidente para el período 1922-1928 agregó una cuota de optimismo a los inversores privados. Si bien Alvear pertenecía al partido radical como Yrigoyen, era percibido casi como un miembro más de la clase dirigente que había gobernado a la Argentina en los años previos a 1916 y se lo identificaba con una posición mucho más favorable a los intereses privados. Alvear, sin embargo, decepcionó a quienes esperaban una gestión sesgada hacia las compañías particulares. Durante su gobierno, la organización petrolera estatal conducida por el ingeniero Enrique Mosconi se consolidó definitivamente como un actor central de la industria petrolera argentina. Donde permanecería por ocho años, dedicando grandes esfuerzos para incrementar la exploración y desarrollo de la extracción de petróleo
Como la mayoría de las empresas públicas argentinas, fue reestructurada durante el gobierno de Carlos Saúl Menem en el marco de la política económica del momento. Entre 1989 y 1992 se llevaron a cabo las principales reformas. El primer paso en este proceso fue el cambio de tipo societario de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (que era una Sociedad del Estado) para convertirse en una Sociedad Anónima (YPF S.A.). Finalmente, fue privatizada al ser vendida a la española Repsol en 1999.
En diciembre de 2007, el Grupo Petersen, conglomerado argentino de empresas al mando de Enrique Eskenazi, compró el 14,9% de YPF S.A. El 4 de Mayo del 2011 aumenta su participación accionaria en la compañía en un 10%. De esta manera, el Grupo Petersen pasa a poseer el 25,46% de YPF, la compañía Repsol tiene el 58,23%, mientras que el 16,34% restante se encuentra en manos de inversores del mercado.
Dr. Mariano Cámera
Presidente Comité Alem
Chacabuco