EL 23 DE MAYO MORIA EN FRANCIA ATAHUALPA YUPANQUI
21/5/10- Atahualpa Yupanqui era el seudónimo artístico de Héctor Roberta Chavero, una de las glorias del folklore argentino. Compositor, guitarrista, cantor, recopilador y poeta. El mayor referente de la música folklórica argentina. Autor de más de un centenar de canciones, en sus letras aparecen lo desvelos del hombre pobre, los paisajes provincianos, algunas notas autobiográficas y la soledad.
Pasó los primeros años de su infancia en Roca, un pueblo de la provincia de Buenos Aires, cerca de Junín, donde su padre trabajaba en el ferrocarril. Comenzó a estudiar música con el Padre Rosanez y más tarde conoció a su maestro de guitarra, Bautista Almirón.
En 1918 su familia se trasladó a Tucumán provincia a la que siempre regresaba y a la que le ha dedicado varias de sus composiciones: «Luna tucumana», «Nostalgias tucumanas», «Adiós Tucumán», «Zamba del grillo», «La tucumanita», «La pobrecita» y «La Raqueña». Era un adolescente cuando escribió «Camino del indio», empezó a viajar y eligió llamarse Atahualpa Yupanqui. Fue hachero, arriero, cargador de carbón, entregador de telegramas, oficial de escribanía, corrector de pruebas y periodista. En constante peregrinaje lo llevó a recorrer casi todas nuestras provincias y países limítrofes, interesado especialmente por las culturas aborígenes del altiplano.
En 1935 realizó sus primeras presentaciones radiales, ya que por aquellos años varios intérpretes empozaban a popularizar sus letras. Afines de la década del 30’ graba sus primeros discos, en los que incluyó «La zamba del cañaveral», «La Andariega», «La arribeña», «Viento, viento», «Camino de lo valles» y «La viajerita», entre otras.
En 1941 publicó su primer libro «Piedra sola» y en 1943 «Aires indios». Su novela «Cerro Bayo» fue llevada al cine en 1956, con el título «Horizontes de piedra». Filmada en Tilcara y dirigida por Ramón Viñoli Barreto, contó con la actuación del propio Yupanqui. El prestigio y la popularidad del folklorista aumentaron en cada grabación. «Viene Clareando», «Hui jo jo», «El arriero», «Zamba del grillo» y «La pobrecita», comenzaron a ser cantados en distintos lugares del país.
Afiliado al Partido Comunista desde 1945 y hasta 1952, fue perseguido y proscripto por el peronismo. En 1949 actuó en Hungría, Checoslovaquia, Rumania y Bulgaria y al año siguiente viajé a París. Allí compartió escenarios con Edith Piaf y logró la admiración dé los franceses, quienes lo premiaron en varias ocasiones. Después de varias giras europeas, regresó a Argentina en 1952. Perseguido también por los militares de la revolución libertadora, vivió algunos años alternando entre Buenos Aires y Cerros Colorados, en Córdoba en 1965 grabó uno sus grandes éxitos: «El payador perseguido».
Durante 1967 volvió a Europa y después de algunas giras se radicó en París, donde compuso dos cantatas con música de compositores argentinos: «El sacrificio de Tupac Amaru» (1971) de Enzo Giego y Raúl Maldonado y «La palabra sagrada» (1989) de Juan José Mosalini y Enzo Gieco. Algunos de sus libros fueron, «Guitarra» (1960), «El canto del viento (1965), «El payador perseguido» (1972), «Confesiones de un payador» (1984), «La palabra sagrada» (1989) y «La capataza» (1992).
Volvió a Argentina en varias oportunidades a recibir homenajes o para realizar actuaciones. En noviembre de 1990 murió Nenette (Antonieta Paula Pepin Fitzpatrick de Chavero) su esposa, colaboradora y autora de más de cuarenta composiciones, que firmaba con el seudónimo de Pablo del Cerro.
Atahualpa regresó a París donde actuó hasta su muerte. Cumpliendo con su deseo, sus restos fueron repatriados y sepultados en Cerros Colorados provincia de Córdoba.
Ateneo Arturo Jauretche – Dr. Nelson Ramón Coronel