COMISIÓN DE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO SOCIAL DEL FRENTE RENOVADOR DE CHACABUCO
Nota de Pablo Atencio y Pablo Francolino
30/3/15- En un país en donde debemos importar energía ya que con los sistemas tradicionales no se puede abastecer los requerimientos para la producción, como de los hogares particulares y en donde nuestra presidente solo ve a la energía nuclear e hidroeléctrica como salida de la disyuntiva en la que se encuentra el país, no solo por falta de previsión a futuro sino carencia de investigación, innovación y desarrollo, aquí nuestro aporte.
Cada vez se habla más del crecimiento exponencial en el sector de las energías renovables. Muchos de los actores principales del sector proceden de la Informática e Internet aplicando sus conocimientos a este nuevo paradigma energético.
La capacidad de captar y producir energía a través de la radiación solar como el viento, esperándose de igual manera con la geotérmica, bioenergía y la misma energía hidráulica está transitando iguales caminos como ocurrió con la informática; tiene costos iniciales altos debido a la I+I+D para así sacar al mercado una nueva generación de tecnología. Las empresas del sector bien saben que deben ir dos o tres generaciones adelantadas a la competencia y saber cuál es el momento oportuno de introducirlas en el mercado. Muchos analistas del sector creen que dentro de quince años la tecnología para captar energía solar y eólica a pequeña escala será tan barata como lo son hoy los ordenadores portátiles o los teléfonos móviles.
Otro punto a considerar es que la tecnología de internet y de las energías renovables comenzaron a fusionarse para así bajar el costo inicial en crear infraestructura y bajar al mínimo el costo marginal para producir y distribuir. De esta se cambiara el modo de generación y distribución de la energía en la sociedad ya que centenares de millones de personas producirán su propia energía del mismo modo que hoy generan y comparten información. Se pasara de consumidor a prosumidor.
El impacto en la sociedad será aún mayor si se tiene en cuenta el inmenso potencial del Sol como fuente de energía. Cada 88 minutos la tierra recibe 470 exajulios de energía solar, la misma cantidad de energía que consume la humanidad en un año. Si solo captáramos una décima parte del 1% de la energía que llega del Sol obtendríamos seis veces la energía que consume hoy la economía mundial, a pesar de ello se genera menos del 0,2% a través de esta energía ya que hasta hace poco era cara su captación y distribución.
Según Richard Swanson, fundador de Sun Power Corporation, la capacidad de captar energía solar se duplica siguiendo la misma Ley que Moore enuncio para los circuitos integrados y el precio de las células fotovoltaicas tiende a reducirse en un 20% cada vez que se duplica la capacidad.
Las tarifas por la aportación de energía verde a la red eléctrica se han convertido en el principal instrumento para fomentar las energías renovables. Cuantas más personas generen energías renovables el sector crecerá más y mayores serán las inversiones de los fabricantes para mejorar la eficiencia y la productividad para así reducir costos estimulando al crecimiento mismo del sector. Este aumento de productividad y de eficiencia reducirá costos de generación de electricidad verde en donde su precio se acercara al que posee la energía del mercado generada por combustibles fósiles o energía nuclear.
A medida que el precio de la electricidad verde se acerque a esta paridad, los Estados irán reduciendo paulatinamente las primas que ofrecen hasta que queden sin efecto. Sesenta y cinco países, más de la mitad de ellos en vías de desarrollo, han instituido estas primas para incentivar el vertido de energía verde a la red eléctrica, siendo una estrategia que ha demostrado ser un instrumento político de mucho peso para aumentar las energías renovables en la red. Casi dos terceras partes de la capacidad eólica y un 87% de energía fotovoltaica de todo el mundo se deben a este estímulo que han supuesto estas primas.
El cambio de consumido a prosumidor de electricidad marca un punto de inflexión en la forma de generar y usar la energía. Los gigantes del petróleo, carbón y gas del siglo XX, con frecuencia en convivencia con bancos e instituciones financieras sumado al respaldo de subvenciones estatales muy favorables, posibilitaron la creación de grandes fortunas que controlaron el suministro de energía.
Hoy millones de pequeños actores financian su propia revolución en el ámbito de las energías renovables aprovechando las primas de vertidos a la red que se financian con el aumento de la factura mensual de la electricidad que ellos mismos consumen. Esto es igualdad social.