NUEVOS FOCOS DE CONFLICTO EN LA INTERNA DE LA UCR
Pero esa pelea ahora derivó en otra, qué pasará con aquellos que fueron anotados como candidatos y que ya no figuran en los padrones producto de la depuración ordenada por la justicia.
Para el sector de Moreau, Storani, el intendente de San Isidro Gustavo Posse y el cobismo, estos afiliados deberán realizar un trámite ante la junta electoral bonaerense para conseguir la habilitación, lo que incluso algunos ya formalizaron ayer. «Muchos de ellos sostienen que les falsificaron la ficha de afiliación a otros partidos y están haciendo el reclamo», le dijo ayer a este diario el candidato a presidente del Comité Provincia de ese nucleamiento, Eduardo Santín.
Ese reclamo con forma de denuncia es necesario por una exigencia propia de la carta orgánica partidaria: sería la única forma de que se les reconociera los dos años de antigüedad mínima en el partido que se requieren para ser candidato.
Pero los alfonsinistas sostienen que estos afiliados no pueden postularse. «De hecho, si no hubiera existido aquella resolución de la Junta Electoral partidaria que habilitó a los 56 mil afiliados dobles que ahora la justicia revocó, no hubiesen podido ser anotados en las listas», sostuvo Miguel Bazze, candidato a presidente del Comité Provincia ante una consulta de este diario.
«El sector de Moreau ahora está planteando un plazo para que puedan reincorporarse al padrón, pero es anadmisible. Porque de esa forma, no tendríamos el padrón definitivo hasta el mismo día de la elección», se quejó Bazze.
La pulseada excede los formalismos legales. Los alfonsinistas sospechan de que la mayoría de los 56 mil afiliados dobles dados de baja están vinculados de una u otra forma a Posse, aliado, como se dijo, a la dupla Moreau-Storani.