9 DE ABRIL DE 1948: UN CRIMEN QUE CAMBIO LA HISTORIA DE COLOMBIA Y EXPLICA LA VIOLENCIA ACTUAL

9/4/10- A más de medio Siglo del Bogotazo, el primer levantamiento popular urbano que tuvo lugar en América Latina. Las revueltas se extendieron por tres días.

El actual alzamiento en armas de los campesinos de Colombia se inicia el 9 de Abril de 1948, con el asesinato del dirigente popular y Jefe del Partido Liberal, José Eliécer Gaitán. A su vez ese asesinato es consecuencia de la postura adoptada por Gaitán en 1928 frente a la masacre de varios centenares de huelguistas en los bananales de Aracataca.

Solo una voz se opuso a esos asesinatos, la de un joven legislador, que señalaba que la United Fruit, que operaba en tierras donadas por el Estado y no pagaba impuestos, había acuchillado los salarios de los trabajadores y acusaba al ejército colombiano de asesinatos al servicio de una empresa extranjera.

Luego, elevando la mira de su alegato, denunciaba que Colombia era un país donde los ricos se enriquecían a medida que los pobres se empobrecían. Con esa simple exposición de la miseria de los pobres, Gaitán sacudió el frágil viejo orden, y a medida que su oratoria y su fama crecieron en los años subsiguientes, esa estructura comenzó a resquebrajarse. En los círculos políticos de Bogotá se empezaba a decir que por la voz de Gaitán rugían los pobres. Ya se perfilaba como el candidato con las mayores posibilidades de vencer en las próximas presidenciales, pero una bala asesina truncó su vida.

Gaitán murió instantáneamente y un torbellino de ira y dolor se apoderó de Bogotá en pocos minutos. En solo una hora, miles de mujeres niños y hombres, algunos con machetes se apoderaron de Bogotá, saquearon negocios, incendiaron tranvías, descendieron por las avenidas, los machetes cortaban las mangueras de los bomberos y las llamas que se levantaron en el centro de la ciudad enrojecieron el cielo. Hubo 6.000 muertos y Bogotá ardió por tres días seguidos. Era el Bogotazo.

En el momento más duro, una multitud puso sitio a la Plaza Bolívar y arrojó el cuerpo del asesino contra las puertas del Palacio Nacional. El presidente Mariano Ospina Pérez entretanto, arreglaba en la embajada Norteamericana, el traslado de su familia a los Estados Unidos.

Tanques, con los represores disfrazados de estudiantes gritando el nombre de Gaitán, llegaron a la plaza llena de esperanza. La multitud creyó que ese ejército se había puesto del lado del alzamiento. Los tanques avanzaron, llegaron a las escalinatas del Palacio y luego, lentamente, las torretas comenzaron a dar una vuelta completa. Apuntaron a la multitud y abrieron fuego. En ese instante, la tranquila capital provinciana donde los presidentes de sombrero de copa y levita se mezclaban sin temor con la gente se fue para no volver jamás. Se iniciaba la guerra civil que aún ruge en Colombia.

ATENEO ARTURO JAURETCHE