MENEM PEGO EL FALTAZO Y DE ESTA MENERA LE IMPIDIO A LA OPOSICION QUEDARSE CON LAS COMISIONES

LO HABRIAN VISTO JUGAR AL GOLF EN SU PROVINCIA MIENTRAS SESIONABA EL SENADO.
25/2/10- Los 32 senadores oficialistas dieron quórum para que comience la sesión preparatoria, pero se retiraron antes de votar el reparto de las comisiones y después de asegurarse la presidencia provisional. Aprovecharon que Carlos Menem no fue y así la oposición no reunió los 37 votos necesarios para alcanzar la mayoría. La sesión pasó para la semana próxima.

“Como no tienen quórum ni la mayoría, nosotros nos vamos a retirar”, sorprendió el jefe del bloque de senadores kirchneristas, Miguel Pichetto, en lo que era el último de una serie de discursos en la sesión preparatoria del Senado, antes de elegir los cargos de las comisiones.

Pero sin el oficialismo, la oposición se quedó sin quórum para votar. Eso sucedió porque, tal como había adelantado LPO, Carlos Menem, quien padece graves problemas de salud, nunca confirmó su presencia, y finalmente no llegó a la sesión. Había avisado que iría si era necesario, pero ninguno de los referentes de la oposición advirtió que iba a hacer falta justo en el momento de la votación.

Es que Pichetto había garantizado ayer en la reunión de labor parlamentaria que su bloque daría quórum para que la sesión se inicie y pueda jurar en su banca la cordobesa Norma Morandini, quien luego se convertiría en el voto 37 de la oposición.

Con esa cantidad de sufragios, la UCR, el peronismo federal y los bloques minoritarios y monobloques de la oposición habían acordado dejar al kirchnerismo en minoría en las 25 comisiones permanentes y en varias de las bicamerales. De las primeras, sólo cedería 12 presidencias.

Antes de su travesura, el kirchnerismo se anotó un triunfo: José Pampuro fue reelegido como presidente provisional del Senado con el apoyo de todos los bloques. La línea sucesoria la continúa el radical Carlos Marino, que será vicepresidente; el salteño Juan Carlos Romero, del peronismo federal, nombrado vice primero y su compañero de bloque José Basualdo, de San Juan, flamante vice segundo.

Los peronistas disidentes pugnaron hasta el final para desplazar a Pampuro y luego de que la sesión se cayera mascullaban de bronca.

Pero todos los bloques opositores parecieron no advertir que eso ocurriría al aceptar comenzar la sesión sin la presencia de con Carlos Menem, quien se habría quedado en La Rioja. Al final de la tarde varios integrantes del PJ disidente aclaraban que no habían mantenido diálogo con él y decían que esa tarea debía recaer en Julio Cobos.

Menem tampoco firmó anoche el acta con el reparto de los cargos en las comisiones acordado por toda la oposición. El jefe del bloque radical, Gerardo Morales, la leyó en el recinto y luego lo avalaron figuras de la oposición como el cordobés Luis Juez, el puntano Adolfo Rodríguez Saá, los porteños María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica) y Samuel Cabachnich (monobloque Buenos Aires Federal) y el pampeano Carlos Verna, clave para que la oposición reúna la mayoría, al menos en las especulaciones previas.

Un anticipo de la jugada oficialista lo dieron sus tres aliados de fierro: los fueguinos María Rosa Díaz y José Martínez y el neuquino Horacio Lores, quienes se retiraron del recinto tras descargar su furia por no haber sido considerados en ningún conteo.

Lores hizo gala de la independencia de su movimiento popular neuquino pero admitió que había intentado sin éxito que la oposición ceda la mayoría de las comisiones de gestión para el Frente para la Victoria-PJ. Con su retiro, los tres volvieron a ser funcionales a la estrategia del Gobierno.

Pichetto fue el único orador del kirchnerismo. Destacó el favor a la institucionalidad que habían hecho los suyos facilitando el quórum para que la sesión se iniciara, tildó de ilegales a los monobloques y calificó de arbitraria la propuesta de la oposición.

“Vinimos a perder” se victimizó luego. Con tranquilidad, recordó que el frente opositor nunca había llegado a 37, una verdad que parecía olvidada por la fantasmal participación parlamentaria que practica Menem. Sin él, la votación daba 36 a 35 para la oposición. Pero para que se vote debían estar sentados 37 senadores, una cantidad sólo posible con algún K.

“Nosotros retiramos”, anunció Pichetto y el recinto quedó poblado con caras estupefactas. Cobos mordió el anzuelo y dijo que la sesión quedaba levantada, pero la salteña Sonia Escudero lo corrigió: “Podemos seguir, no podemos votar”, aclaró.

Continuaron con discursos al aire y a la espera de Menem. Su llegada, hubiera sido una imagen que ningún opositor habría querido asociar a un festejo, aunque así lo sintiera. Por eso, tras varias bravuconadas (un dato de color: Cobos citó el reglamento para aclararle a Juez que no podría insultar como deporte) Morales propuso dejar todo para la semana que viene.

Ese día también necesitarán de Menem y ya ningún opositor podrá ignorarlo, ya que los 36 reunidos hoy no alcanzarán nunca para aprobar nada. Los caminos son dos: o el Congreso queda paralizado a la espera de un acuerdo, o el riojano finalmente hace su arribo triunfal y se convierte, otra vez, en uno de los principales protagonistas de la escena política.
Fuente: lapoliticaonline.com

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