CONCEJAL LIMIA PROPONE EL NOMBRE DE PRESIDENTE ARTURO ILLIA PARA UN TRAMO DE LA AVENIDA MÁXIMO GIL DE CHACABUCO
Limia destaca la figura del fallecido líder radical: “Arturo Illia fue un ciudadano probo, respetuoso de la democracia, sincero y ferviente defensor de la dignidad humana. Su vida es un ejemplo porque la coherencia, la sensatez, la sabiduría puestas en evidencia en su proceder era un todo armónico: el hombre de familia, de pueblo, el médico y su conducta ética, el ciudadano común, el político relevante, el Presidente de la Nación, en todo lugar el Dr. Arturo Humberto Illia fue el paradigma indiscutido de la honradez, la generosidad, de la austeridad, de la sencillez y de la sabiduría bondadosa.”
Y continúa: “tuvieron que pasar varios años para que la sociedad en su conjunto asuma como un error su indiferencia frente al derrocamiento de un gobierno honesto y eficaz, que significó le pérdida de una enorme oportunidad para la Argentina. Hoy comprendemos como nunca que don Arturo, forjó en muchos de nosotros el valor inalterable de lo verdaderamente importante, hacer y actuar conforme a nuestra propia escala de valores, a nuestras íntimas convicciones”.
“En la lucha por la democracia, Illia ya no es patrimonio radical, sino de todos los argentinos y existe un amplio consenso en considerar a Illia un político ejemplar, por su honestidad y personalidad incorruptible. Tuvo una sola casa, sencilla y humilde, que fue el único bien inmueble con que se retiró como Presidente de la Nación, le fue donada por suscripción pública, con ayuda y por voluntad de los vecinos de Cruz del Eje, además de ser el único presidente de Argentina que no aceptó la jubilación de privilegio”, puntualizó el concejal.
Otro aspecto en el que hace énfasis Limia para impulsar este reconocimiento de la figura de Illia tiene que ver con la acciones llevadas a cabo durante su gestión la cual se caracterizó por enfrentarse con sectores económicos privados, como en el caso de las empresas petroleras internacionales, que generaría el posterior apoyo de esos sectores al golpe que lo terminaría derrocando. En el plano interno, se firmó la Ley de salario mínimo, vital y móvil, con el objetivo de evitar la explotación de los trabajadores en aquellos sectores en los cuales puede existir un exceso de mano de obra, asegurar un ingreso mínimo adecuado y mejorar los salarios de los trabajadores más pobres. También se promovieron leyes favoreciendo el abastecimiento de la canasta familiar por parte de la población, la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones, una política de precios y de control de medicamentos. La educación también fue uno de los aspectos de mayor peso en la gestión de Illia, ya que pasó de ocupar el 12% en el presupuesto nacional en 1963, hasta llegar al 23% en 1965. La Ley de Hacienda fue otro de los aciertos del presidente, ya que establecía que los productores de hacienda, ya sea de ganado ovino, bovino, vacuno o porcino tenían la oportunidad de solicitar un préstamo al gobierno para incentivar las inversiones en su producción, así, la ganadería comenzó a surgir de entre las cenizas. En materia económica, el gobierno de Arturo Illia tuvo una política de ordenamiento del sector público, de disminución de la deuda pública y de fuerte impulso a la industrialización.
“Teníamos la necesidad de consumar un acto de justicia imponiendo el nombre de Dr. Arturo Umberto Illia, presidente respetado y querido por la ciudadanía argentina, a una avenida de nuestra ciudad rindiendo así homenaje a quien es parte de la historia del país, cuya evaluación histórica podrá ser ampliada respecto de la que resumidamente se consigna, en una reafirmación democrática de un pasado que necesaria e impostergablemente debemos revitalizar en nuestro presente como ejemplo vivido para las generaciones futuras” finalizo Limia.