A 10 AÑOS DEL ATENTADO A LAS TORRES GEMELAS
11/9/11- Desde muy temprano, la blindada zona emplazada en el corazón de Manhattan estaba preparada para recibir a los dos últimos mandatarios estadounidenses, Barack Obama que aterrizó en el helipuerto de Wall Street junto a su esposa Michelle y George W. Bush y su mujer Laura, quienes se reunieron en el «Reflecting Absence», nombre que se dio a los dos estanques levantados sobre las huellas dejadas por los edificios al derrumbarse.
Vestidos de azul oscuro ellos y de riguroso negro ellas, las parejas ingresaron minutos después de las 8.00 hora local (9.00 hora argentina) al lugar y permanecieron en silencio frente al monumento, antes de acercarse a un grupo de familiares de las víctimas para abrazarlas y conversar unos minutos, informó la cadena de noticias CNN.
«Hace diez años, los estadounidenses comunes nos demostraron el verdadero significado del coraje, cuando corrieron por las escaleras de aquellos rascacielos, en medio de las llamas», recordó el presidente previamente, en su alocución semanal por radio e Internet.
«Como lo demostramos nuevamente este fin de semana, permanecemos vigilantes. Haremos todo cuanto esté en nuestro poder para proteger a nuestro pueblo», subrayó.
«Una década después del 11-9, está claro para todo el mundo que los terroristas que nos atacaron en esa mañana de septiembre no tuvieron éxito por el carácter de nuestro pueblo, la resistencia de nuestra nación y la resistencia de nuestros valores», agregó el mandatario.
La metrópoli neoyorquina y Washington se encontraban bajo fuertes medidas de seguridad, con miles de policías y agentes especiales desplegados ante la amenaza «creíble pero no confirmada» de un posible nuevo ataque, surgida en los pasados días, informó DPA.
Una sola campanada marcó el primer minuto de silencio a las 08.46 (12.46 GMT), el momento en el que hace diez años se estrellaba el primer avión contra la Torre Norte del World Trade Center.
Le seguirían varios minutos de silencio más, tanto en la zona cero como en el resto de los lugares de homenaje de este domingo, uno por cada uno de los momentos más dramáticos de un día en el que casi 3.000 personas perdieron la vida en los atentados de Nueva York, Washington y Pennsylvania.
Los nombres de las víctimas fueron leídos por primera vez de forma completa por sus familiares y amigos en la Zona Cero, acompañados de la música del cellista Yoyo-Ma y la emblemática canción de Paul Simon «The Sound of Silence».
Poco antes, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, recordó que «diez años han pasado desde que una mañana de perfecto cielo azul se convirtió en el día más negro» de Estados Unidos.
Las víctimas «eran nuestros vecinos, nuestros amigos, esposos, mujeres, hermanos, hermanas y padres, eran los que corrieron a ayudar (…) Cada uno tenía una cara, una historia, una vida cercenada antes de tiempo», agregó ante las más altas autoridades de Nueva York y del país, tanto actuales como las que ejercían cargos diez años atrás.
Obama leyó un salmo de la Biblia y Bush un extracto de una carta que envió el presidente Abraham Lincoln en 1864 a su madre, que había perdido a cinco hijos en la Guerra de Secesión.
Ambos evitaron realizar discursos demasiados políticos, en un día propicio para demostrar la unión de un país y no las profundas diferencias existentes entre sus respectivos gobiernos.
En tanto, en la capital estadounidense, autoridades civiles y militares conmemoraron en el Pentágono los atentados haciendo un minuto de silencio en honor a las 184 personas que perdieron la vida ese día en el corazón militar de los Estados Unidos.
Los actos en el Memorial del Pentágono, ubicado frente a la pared oeste del edificio donde se estrelló uno de los aviones secuestrados hace una década, fueron encabezados por el secretario de Defensa, Leon Panetta, y el vicepresidente, Joe Biden, entre otras altas autoridades.
«Pasaron diez años, pero las heridas están presentes», afirmó Panetta durante la ceremonia, según la agencia de noticias DPA. «Es difícil creer que hace diez años éste fue el escenario de increíble devastación», agregó.
En Pennsylvania, Obama y su esposa Michelle, depositaron una corona de flores en el memorial de Shanksville, erguido en donde se estrelló otro de los aviones secuestrados el 11 de septiembre de 2001.
El matrimonio Obama permaneció unos instantes en absoluto silencio colocando la ofrenda floral ante el memorial, que había sido inaugurado ayer por el vicepresidente Joe Biden y los ex mandatarios George W. Bush y Bill Clinton.
La conmemoración fue seguida atentamente por líderes y pobladores en todo el mundo, entre ellos el Papa Benedicto XVI, quien oró por las víctimas y sus familiares y pidió a todo el mundo que rechace la violencia como forma de resolver sus diferencias, y que en cambio trabaje en base a los principios de solidaridad, justicia y paz.
Los soldados estadounidenses en Afganistán también rindieron tributo a las víctimas del 11 de septiembre, mientras el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Alain Juppe, y el ministro de Relaciones Exteriores de Australia, Kevin Rudd, colocaron ofrendas florales en recuerdo de las víctimas en un memorial en Canberra, la capital australiana.
También las autoridades británicas recordaron el 11 de septiembre con un servicio en la catedral St. Paul de Londres, en tanto el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó que «el terrorismo representaba siempre una amenaza contra la cual todo el mundo debe unirse» y el presidente, Shimon Peres, dijo que los ataques fueron la «síntesis de la maldad y el símbolo de valentía del pueblo estadounidense».
Fuente y foto: telam.com.ar