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EL MAL ESTADO DE LA RUTA
por Daniel Yaber
11/3/11- Con motivo del reciente sobreseimiento ratificado por la Cámara de Junín en la causa seguida al futbolista Diego Buonanotte por el triple homicidio culposo ocurrido tras el accidente automovilístico que protagonizara el 25 de diciembre de 2009, y que la justicia acaba de atribuir al mal estado de la ruta provincial 65, agravado por la copiosa lluvia que caía al momento del hecho, creo que esa decisión debe obligarnos a formular algunas reflexiones.
Los responsables de mantener y controlar el buen estado de las rutas tendrán que acusar recibo y tomar medidas concretas y urgentes tendientes a evitar o disminuir que por este factor de deficiente infraestructura vial se pierdan tantas vidas en la Argentina.
El estado de las rutas en el interior de nuestra provincia es en general deplorable, y lo mas grave que en muchos casos se trata de tramos de rutas concesionadas, a las que le falta demarcación, con lo cual si es de noche y llueve no se ve el límite del asfalto con la banquina. Pero además, tampoco hay banquinas en condiciones para detenerse en caso de necesidad. Ni iluminación, ni señalización adecuada, y en el tramo de la ruta 7 entre Luján y Junín ni siquiera cuenta con las medidas reglamentarias que actualmente Vialidad exige, manteniendo el mismo ancho que tenía en la década del 50, época de su construcción.
Los pasos a nivel en jurisdicción de Chacabuco y en el de Luján es desde hace tiempo desastroso. Y la desidia de los responsables de repararlos los mantiene así desde hace tiempo. Obliga a la detención de los vehículos para evitar roturas y al no contar con iluminación, al peligro de la detención se le suma, en la zona de Luján, la de ser fácil presa nocturna de la inseguridad. Y todo esto en un corredor vial cuya explotación detenta la concesionaria Autovía Bs. As a Los Andes SA por sistema de peaje. Pagamos para transitar en esas condiciones.
El Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) brilla por su ausencia. La Auditoria General de la Nación les viene formulando serias observaciones a los concesionarios viales por falsear datos y no cumplir con los cronogramas de las obras comprometidas. Pero no hay sanciones ni responsables.
Desde noviembre de 2003 a Julio de 2009 los 6 corredores viales concesionados recaudaron por peajes el equivalente a 280 millones de dólares y el Poder Ejecutivo Nacional no sólo que les perdonó multas por 16 millones de pesos sino que los compensó con 100 millones de pesos por obras en ejecución y a ejecutar . Pero en la ruta 7, desde el 2003 que solo raspan y ponen parches. Eso sí, de tanto en tanto se hacen ver deteniendo el tránsito por tramos y haciéndonos circular a nosotros, los tontos que pagamos, por una sola mano. Hasta cuándo ? Se nos promete el ensanchamiento, pero tampoco es la solución, porque para un corredor bioceánico de la intensidad y volumen de transporte de carga por carretera que tiene ya debiera ser una Autovía.
Si ocurre un accidente y son demandados en juicio por deficiente prestación de la obligación de seguridad, muchos damnificados ven frustrados sus derechos porque estas empresas aducen insolvencia, y se presentan en concurso de acreedores como son los casos mas recientes de Vial 3 SA o de Rutas Al Sur SA.
Los caminos provinciales no son la excepción. La falta de mantenimiento es una constante. Lo experimenté recientemente viajando por la ruta provincial 50 tramo Lincoln-Vedia que de tan rota es prácticamente intransitable. La ruta 51 tramo Alvear-Tapalqué con peligrosos baches y asfalto muy rugoso en sus bordes, sin demarcar, sin carteles, sin banquinas. La ruta 30 Chacabuco-Rojas muy deteriorada y asi podríamos seguir. Ocho mil quinientas muertes por año. Tercer causa de muerte en el país y primera en menores de 32. Nos resignamos ? Lo atribuimos a la fatalidad ?
La respuesta es que se necesitan políticas de Estado para revertir esta situación de desidia, de aceptación de lo anormal, de impunidad y de negocio para unos vivos.
Intendentes, Concejales y Legisladores deben unirse en este reclamo de la sociedad bonaerense. Alejados de banderías o de especulaciones mezquinas. Exigir las obras pero también exigir funcionarios probos, idóneos, en el control.
Ojalá seamos no solo testigos, sino protagonistas de ese cambio que estoy seguro se aproxima.
Daniel Yaber